Orientaciones Funcionales



En el subsistema de Educación Inicial Bolivariana se definen dos áreas de aprendizaje, cada una de las cuales están estructuradas por diferentes componentes; tal y como se refiere a continuación:

Formación personal, social y comunicación


 La inclusión de esta área en el currículo está ampliamente justificada, en la medida en que hace referencia al derecho que tiene el niño y la niña de que se le garanticen la seguridad y confianza de sus potencialidades, lo cual implica la aceptación y el aprecio de su persona, el conocimiento de su cuerpo, de su género, la construcción de su identidad como persona e integrante de una familia y una comunidad, a partir de las interacciones con otras personas: grupo familiar, maestros, maestras y otros adultos y adultas. Asimismo, destaca la importancia de que el niño y la niña estén en posibilidad de tomar decisiones y de resolver, de acuerdo con su nivel de desarrollo, las situaciones que lo y la afectan, tanto básicas como de relación con otras personas y su ambiente; que adquieran confianza para utilizar su posibilidades físicas, intelectuales, emocionales y sociales para enfrentar diversos retos. Además, implica un proceso que se produce desde el nacimiento y es un referente para que el niño y la niña se reconozcan como personas; al mismo tiempo que conozcan total y parcialmente su cuerpo, sus posibilidades motoras y puedan experimentar, disfrutar y expresarse a través de este; elementos significativos para el desarrollo del ser social. El conocimiento de la historia debe estar enmarcado en el fortalecimiento de la identidad y el sentido de pertenencia del niño y la niña a su grupo social, localidad y país, creando vínculos de afectividad por todo lo que le rodea. También, debe permitirles identificar y comprender lo propio, sentirse ciudadanos y ciudadanas libres, dignos y dignas de representar con orgullo nuestra historia y cultura dentro y fuera de la República Bolivariana de Venezuela. El área de formación personal, social y comunicación se considera mediadora de las demás, en tanto que las distintas formas de comunicación y representación sirven de nexo entre el mundo interior y exterior de los niños y las niñas. En ella, se articulan la comprensión, utilización del lenguaje y las otras formas de representación que permiten expresar los sentimientos y emociones, con el propósito de convertirlos en una fuente de disfrute y placer; al mismo tiempo que propicia el aprender a comunicarse en contextos múltiples y establecer relaciones sociales progresivamente complejas.
Los componentes de esta área de aprendizaje son los siguientes:

  • Identidad y género, soberanía e interculturalidad: desarrolla la capacidad del niño y la niña de identificarse como personas únicas, valiosas, con características propias y como sujetos de derecho, con un nombre, una familia, una cultura y una nacionalidad; de reconocer el sexo al que pertenecen, precisando los aspectos comunes y diferentes en relación con su anatomía, fisiología y equidad de género. Además, le permite reconocer y valorar su cultura, respetando las otras personas.
  • Historia local, regional y nacional: inicia al niño y la niña en el conocimiento, respeto y valoración de su historia personal, familiar y social, a nivel regional y nacional; así como en la toma de conciencia de su identificación con el entorno cultural, histórico y productivo.
  • Autoestima, autonomía, expresión de sentimientos y emociones: favorece la aceptación y valoración de sí mismo y sí misma del niño y la niña como persona, incluyendo la capacidad de adquirir autonomía y tomar decisiones en las áreas físicas, intelectuales, sensitivas y expresivas; así como la expresión, identificación y regulación de emociones y sentimientos para lograr la socialización.
  •  Salud integral: fomenta el conocimiento y aplicación de medidas de seguridad, higiene y alimentación que permitan prevenir situaciones de riesgo para preservar y conservar la salud integral.
  • Convivencia (interacción social, valoración del trabajo, participación ciudadana, normas, deberes, derechos, costumbres, tradiciones y valores): promueve la participación del niño y la niña como personas que pertenecen a un grupo social, comparten y respetan creencias, costumbres, tradiciones, valores familiares, históricos y culturales que los y las caracterizan; considerando los aspectos relacionados con el contexto sociocultural, la interacción con el grupo de pares, adultos y adultas, el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
  • Lenguaje oral y lenguaje escrito: favorece la adquisición del lenguaje como un instrumento del pensamiento, un medio de comunicación que abarca tanto los procesos productivos de la lengua (hablar y escribir) como los receptivos (escuchar y leer).
  • Expresión plástica, corporal y musical: desarrolla la capacidad del niño y la niña para expresar a través de su propio cuerpo sus emociones, afectos, sentimientos y pensamientos de manera creativa, como medio de comunicación. La expresión plástica favorece el desarrollo de habilidades y nociones para observar y manipular los materiales en forma creativa, comunicando su visión particular de la pintura, el dibujo y el modelado; al tiempo que la expresión musical desarrolla la capacidad para expresar y representar la música y aprender a utilizar su voz como instrumento, cantar siguiendo el ritmo y la entonación y aprovechar los recursos sonoros de su cuerpo y de los objetos e instrumentos musicales.
  • Imitación y juegos de roles: promueve la utilización del cuerpo, accesorios y objetos para imitar y representar a otras personas; así como palabras o acciones que sustituyen objetos reales, personas y situaciones. Además, fomenta el juego en colectivo y el desarrollo de la fantasía, creatividad, imaginación e interacción.
  • Educación física y recreación: favorece en el niño y la niña la formación para el reconocimiento y práctica de ritmos, canciones, sonidos de la naturaleza y de la vida cotidiana, como medio recreativo-formativo que permita el contacto con el ambiente y otros espacios. Además, fortalece los valores ambientalistas y permite el disfrute de actividades recreativas; al mismo tiempo que fomenta de manera integral lo psicomotor, afectivo y social; brinda posibilidades de acción y capacidad de expresión, respetando su proceso de desarrollo en atención a sus potencialidades; y promueve una buena alimentación, para un adecuado crecimiento del cuerpo, en busca de la salud integral.


 Relación entre los componentes del ambiente 



En este currículo, el ambiente es considerado como un todo, lo que posibilita que el niño y la niña vivencien experiencias de aprendizaje con el medio físico, social y natural que lo y la rodea. Ello, supone el descubrimiento de nuevos e interesantes universos para observar y explorar, a través de acciones que conduzcan al niño y la niña al conocimiento y establecimiento de relaciones espaciales y temporales entre los objetos, para generar procesos que lleven a la noción de número; así como el respeto y las actitudes de cuidado, preservación y conservación del entorno natural. Del mismo modo, se destaca la importancia de generar autonomía, confianza y seguridad en los ecosistemas sociales más próximos, conociendo y utilizando las normas que permiten convivir con ellos. Los componentes de esta área de aprendizaje son los siguientes: 
  • Calidad de vida y tecnología: promueve el desarrollo de hábitos de higiene y alimentación adecuada; al mismo tiempo que inicia al niño y la niña en la observación, exploración, comparación y uso racional del recurso tecnológico. Además, facilita el bienestar físico, psíquico y social de los niños y las niñas, el acceso a los bienes culturales, a un entorno ambiental higiénico, estimulante y emocionalmente equilibrado; y al reconocimiento y utilización de procesos sencillos en la conservación de los alimentos.
  • Preservación y conservación del ambiente: promueve aprendizajes que tienen relación con el descubrimiento, conocimiento, comprensión, identificación, valoración y cuidado del ambiente; así como los cambios y relaciones que existen entre los diversos elementos que lo conforman. Inicia al niño y la niña en la adquisición de nociones acerca de las múltiples maneras del uso de los recursos naturales, propiciando algunas prácticas que contribuyan a preservar el ambiente (recoger basura, ayudar a limpiar, cerrar el grifo de agua, apagar la luz) y medidas que protejan la salud y cuidado de su vida.
  • Educación vial: inicia en el conocimiento de algunos objetos y situaciones que pongan en peligro su integridad física, normas para el tránsito en la calle, el correcto uso de las señales de tránsito, el comportamiento ciudadano como peatón y como usuario y usuaria de vehículos.
  • Procesos matemáticos (espacio y formas geométricas; la medida y sus magnitudes: peso, capacidad, tiempo, longitud y volumen): inicia al niño y la niña en la adquisición de las nociones espaciales vivenciadas, entorno social, las relaciones de orientación y posición que se dan entre los objetos, personas y lugares; así como la identificación y descripción de las figuras y cuerpos geométricos en sus dimensiones bidimensionales y tridimensionales. Además, desarrolla capacidades para descubrir e identificar propiedades o atributos, relaciones y formas, y los procesos de adquisición de la noción de número.

No hay comentarios:

Publicar un comentario